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FLORA DEL JURÁSICO

Los paisajes del Jurásico fueron más ricos en vegetación que los del Triásico, especialmente en latitudes altas.

El calor y el clima húmedo permitieron que las junglas, selvas y bosques formaran parte de gran cantidad de paisajes jurásicos.

 

Los bosques se empiezan a extender por toda la superficie terrestre y destacan familias como las coníferas similares a los pinos y las araucarias acompañadas de diferentes tipos de helechos y palmeras.

Además se hacían presente los ginkgos y los equisetos.

Aún no aparecen en este periodo las plantas con inflorescencias. La distribución diferencial de la flora constituye un fiel reflejo de la separación de las zonas ecuatorial y septentrional.

 

 

Los gradientes térmicos no eran tan pronunciados como lo son actualmente, no existen pruebas de hielo polar durante el Jurásico, y la flora alejada del ecuador correspondía a plantas de zonas templadas.

 

Los paisajes jurásicos estaban dominados por Cycadophyta, y por sus parientes las Bennettitales (cicadeoideas), con aspecto de piñas gigantes cubiertas, en la estación propicia, por llamativas «flores» que no eran auténticas flores.

 

Los bosques de ginkgos, y especialmente de coníferas, daban al paisaje cierto toque de modernidad, pero las plantas con verdaderas flores, los árboles de madera dura y especialmente las hierbas, todavía estaban ausentes.

© 2015 por Lara Garcia Sopo. Creado con Wix.com

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